jueves, 24 de marzo de 2011

Sortu Ilegalizada

El Supremo admite la demanda de la Abogacía contra Sortu

El Tribunal Supremo ha admitido a trámite la demanda que ha presentado la Abogacía del Estado contra Sortu y ha paralizado su inscripción en el Registro de partidos políticos. El Estado argumenta que "ETA-Batasuna utiliza tácticamente a Sortu" para estar en las elecciones y que su constitución es "fraudulenta" porque "persigue la continuación de las actividades de la ilegalizada Batasuna".

03/03/2011

MADRID-. El abogado general del Estado, Joaquín de Fuentes Bardají, ha acudido a las 10.15 al Tribunal Supremo para presentar formalmente la demanda contra Sortu, que corresponderá resolver a los dieciséis magistrados de la Sala del 61 del alto tribunal español.

En declaraciones a los periodistas después de registrar la demanda, De Fuentes ha defendido que el rechazo a la violencia que figura en los estatutos de Sortu no significa que ese partido se haya desvinculado "del complejo ETA-Batasuna".

"ETA-Batasuna utiliza tácticamente Sortu como medio de acudir a las elecciones y estar en las instituciones forales y locales a partir de mayo", ha afirmado.

Según sostiene, "los contraindicios que han puesto de manifiesto en los estatutos, las condenas a la violencia y los rechazos a las violencias que pueden venir de ETA no desvirtúan el que siguen vinculados al complejo ETA-Batasuna", y "en tanto eso no quede desvirtuado, nosotros entendemos que no se puede legalizar".

La Abogacía ha solicitado a Supremo que, mientras decide sobre el fondo del asunto, ordene al Ministerio del Interior que mantenga suspendido el trámite de inscripción de Sortu en el Registro de partidos.

La demanda, admitida a trámite

La demanda contra Sortu ha sido admitida apenas dos horas después de que se constituyera el tribunal que decidirá sobre la misma, a las 13.00, por lo que la inscripción en el Registro de partidos ha quedado en suspenso.

De Bardají ha explicado que el trámite de resolución, cuyo ponenete será el magistrado Carlos Lesmes, durará en torno a un mes.

Ha señalado que tiene entendido que la Fiscalía presentará su demanda contra Sortu la próxima semana, por lo que "antes del proceso electoral de mayo el asunto estará resuelto".

martes, 22 de marzo de 2011

Manifestación en Salt para pedir justicia...

Manifestación en Salt para pedir justicia tras la muerte de un joven

http://www.telecinco.es/informativo...erte+de+un+joven


Un inmigrante marroquí presunto asesino de un joven de Salt

http://www.minutodigital.com/2011/0...n-joven-de-salt/

Este suceso quedara en el olvido en un par de dias, o por el contrario durara meses en los medios haciendo un seguimiento del mismo?

martes, 15 de marzo de 2011

El Tribunal de Derechos Humanos condena a España

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, ha condenado a España a indemnizar con 23.000 euros al portavoz de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi por haber vulnerado su derecho a la libertad de expresión al condenarle a un año de prisión por injuriar al Rey.

Según el Tribunal la condena fue "desproporcionada" porque "una pena de prisión impuesta por una infracción cometida en el terreno del discurso político no es compatible con la libertad de expresión garantizada por el artículo 10 del Convenio Europeo de Derechos Humanos".

Las acusaciones por injurias a don Juan Carlos se remontan a febrero de 2003, cuando en una rueda de prensa Otegi llamó a don Juan Carlos "jefe de los torturadores", con motivo de una visita del Rey a Euskadi y de las denuncias de torturas realizadas por el director del diario Egunkaria, Martxelo Otamendi, tras su arresto.

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco absolvió al líder de Batasuna al considerar que afirmar que el Rey es el "jefe de los torturadores", que "ampara la tortura" e "impone su régimen monárquico" al pueblo vasco "mediante la tortura y la violencia" son declaraciones "claramente ofensivas, impropias, injustas, oprobiosas y ajenas a la realidad", pero "las restricciones a la libertad de expresión se deben aplicar con un espíritu de tolerancia, sobre todo cuando se trata de crítica en materia política".

Frente a esos argumentos, el fiscal del Supremo, Luis Navajas sostuvo en su recurso de casación que "aún dentro de los límites amplios de la libertad de expresión, lo que no se reconoce ni ampara es el derecho sistemático al insulto". "Lo ofensivo está al margen de la libertad de expresión, que no protege lo vejatorio ni lo desproporcionado", arguyó Navajas.

El fiscal consideró muy cuestionable intentar igualar la figura del Rey a las demás figuras de la política, porque el Monarca "no gobierna, ni legisla, y carece de capacidad de injerencia". El representante del ministerio público pidió que la sentencia del Tribunal Superior del País Vasco fuera sustituida por otra condenatoria, de 15 meses de prisión.

Otegi fue condenado por el Tribunal Supremo en noviembre de 2005. La sentencia fue avalada por el Tribunal Constitucional que rechazó el recurso de amparo presentado por su defensa.

domingo, 13 de marzo de 2011

Las drogas han ganado la guerra

Artículo del columnista Nicholas D. Kristof en el New York Times:http://www.nytimes.com/2009/06/14/o...html?_r=2&em


Resumen:

A pesar de que se ha gastado un trillón de dólares en la guerra contra las drogas que iniciara Nixon hace ya 40 años, las drogas siguen estando en la calle y cada vez son más baratas, potentes y fáciles de conseguir. Lo único que se ha conseguido ha sido:

1) Un mayor número de ciudadanos en prisión, la proporción de prisioneros en EE.UU. es casi cinco veces superior a la media, mientras que antes de que se iniciara esta "guerra" esta cifra era similar a la de otros países.

2) Se ha dado más poder a los criminales tanto de EE.UU. como del extranjero, ya que estos obtienen grandes beneficios del mercado de la droga.

3) Se han derrochado recursos, según un economista de Harvard aplicar las leyes antidroga suponen un gasto anual de 44100 millones de dólares, siete veces más de lo que se invierte en rehabilitación.

Todo esto ha hecho que muchos políticos ya estén planteándose un cambio en la fallida política antidrogas de Estados Unidos.

La luna en su maxima cercania.

El proximo 19 de marzo la luna estara lo mas cerca de la tierra que ha estado desde hace siglos.
http://www.telecinco.es/informativo...erca+a+la+Tierra
Los cientificos no creen que puedan suceder desastres debido a la atraccion gravitacional del satelite, tales como volcanes y terremotos.

jueves, 10 de marzo de 2011

Greg Page y el control alimentario

Tiene 59 años y jamás concede entrevistas. Seguramente, su nombre y el de su empresa no le digan nada. Pero por sus manos pasa la mayoría de los alimentos que usted pueda imaginar. Cargill es una de las cuatro compañías que controlan el 70 por ciento del comercio mundial de comida. Mientras el mundo se enfrenta a la mayor crisis alimentaria en décadas, ellos hacen caja ‘leyendo los mercados’… Así funciona.

Usted no lo sabe, pero la tostada de su desayuno es una mercancía más valiosa que el petróleo. La harina con la que está hecha tiene nombre: Cargill. ¿Le suena? Pues también se llaman Cargill la grasa de la mantequilla que unta su tostada y la glucosa de la mermelada que la endulza. Cargill es el pienso que engordó a la vaca lechera y a la gallina que puso los huevos que se fríen en la sartén. Cargill es el grano de café y la semilla de cacao; la fibra de las galletas y la bebida de soja. ¿El endulzante del refresco, la carne de la hamburguesa, la sémola de los fideos? Cargill. Y el maíz de los nachos, el girasol del aceite, el fosfato de los fertilizantes... ¿Y qué me dice del biocombustible de su coche, ese almidón que las petroleras han refinado para convertirlo en etanol y mezclarlo con gasolina? Adivine.

No, no busque marca o etiquetas; no las encontrará. Cargill ha pasado de puntillas por la historia. ¿Cómo puede ser que una empresa fundada en 1865, con 131.000 empleados repartidos en 67 países, con unas ventas anuales de 120.000 millones de dólares que cuadruplican la facturación de Coca-Cola y quintuplican la de McDonald’s, sea tan desconocida? ¿Cómo se explica que una compañía tan gigantesca que sus cuentas superan la economía de Kuwait, Perú y otros 80 países haya pasado tan inadvertida hasta ahora? En parte, porque es una empresa familiar. Sí, sus números pasman, pero Cargill no cotiza en Bolsa y no tiene que dar explicaciones. Sus socios son un enjambre de tataranietos de los fundadores, los hermanos William y Samuel Cargill, campesinos de Iowa que levantaron un imperio en el siglo XIX gracias a un ascensor de cereal arrimado a la vía del tren en un pueblecito de la pradera que no venía en los mapas. Más tarde, un cuñado -John MacMillan- tomaría las riendas. Durante décadas, los Cargill y los MacMillan fueron añadiendo silos de grano, molinos harineros, minas de sal, mataderos y una flota de barcos mercantes. Hoy, unos 80 descendientes se reparten los dividendos y juegan al golf. Poco más se sabe de ellos, salvo que los varones visten falda escocesa en las fiestas para honrar a sus antepasados. Y que siete se sientan en el consejo de administración y están en la lista Forbes de los más ricos del planeta, con fortunas que rondan los 7000 millones por cabeza. El presidente de la compañía es Greg Page, un tipo flemático al que le gusta decir, con cierta sorna, que Cargill se dedica «a la comercialización de la fotosíntesis».


Pero no está el patio para bromas. Los precios de los alimentos básicos se han disparado en el último año: el trigo, un 84 por ciento; el maíz, un 63, y el arroz, casi un diez; los tres cereales que dan de comer a la humanidad. Son máximos históricos, advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Por encima de los que en 2008 causaron revueltas en 40 países y condenaron a la hambruna a 130 millones de personas. Y los precios seguirán subiendo, pronostica Financial Times. «El coste de los cereales es crítico para la seguridad alimentaria porque es la materia prima de referencia en los países pobres. Si los precios continúan elevándose, habrá más algaradas.»


Las razones son múltiples. Un cóctel de sequías, malas cosechas y especulación. Pero los ganadores son muy pocos. Y entre ellos están las mastodónticas empresas que controlan el comercio mundial de cereales. Cargill ha triplicado sus beneficios en el último semestre y sus ganancias superarán los 4000 millones de dólares, récord alcanzado en 2008 en el río revuelto de la crisis alimentaria. La compañía apostó a que la sequía en Rusia, uno de los grandes productores mundiales, obligaría a Vladimir Putin a prohibir las exportaciones para asegurar el consumo interno. Y acertó. «Hicimos un buen trabajo ‘leyendo los mercados’ y reaccionamos con rapidez», explicó una portavoz de Cargill. ¿En qué consiste esa reacción? En esencia, se trata de jugar al Monopoly comprando cosechas en el mercado de futuros, en ocasiones antes de que se plante una sola semilla. Y moviéndolas de un lugar a otro del planeta, allá donde resulte más rentable.

Las grandes cerealeras basan su poder en el control de las redes de distribución. Silos, almacenes, ascensores de grano estratégicamente situados en los tendidos ferroviarios, flotas mercantes transoceánicas... No poseen la tierra. Prefieren que los agricultores corran el riesgo de perder la cosecha. Si hay abundancia, las compañías hacen acopio y esperan. Si un desastre climático arruina la producción en un lugar del mundo, tienen la capacidad para transportar los excedentes desde otros lugares, por lejos que estén.

Es un juego arriesgado. Rusia, por ejemplo, suministraba a Egipto y otros países árabes. Cargill vio venir el desabastecimiento antes que nadie -por algo tiene un servicio de inteligencia que han comparado al de la CIA: utiliza satélites de comunicación, sensores de clima y un ejército de informadores y ‘ topos’ en los gobiernos- y se adelantó a sus competidores: las también estadounidenses Archer Daniels Midland (ADM) y Bunge y la francesa Louis Dreyfus. Estas cuatro firmas -todas, centenarias, familiares y muy reservadas- controlan en torno al 70 por ciento del comercio mundial. Así que Cargill acaparó trigo de otros productores para colocarlo en los puertos del norte de África y apretó las clavijas en el precio. Negocio redondo. Solo que el pan subió en todo el Magreb y el espectro del hambre se sumó al ansia de libertad. La mecha de la revolución estaba preparada para que Facebook la prendiese.


Para apagarla, algunos países árabes han incrementado sus importaciones de trigo, como Argelia y Arabia Saudí. Ejemplo que han seguido otros gobiernos, como el de México, escarmentado por la reciente crisis de las tortillas y donde grupos de desesperados armados con piedras y machetes asaltan los trenes cargados de cereal y los saquean, a razón de 35 toneladas cada mes. Pero acumular reservas provoca que los precios sigan al alza. Pura ley de la oferta y la demanda. Y la demanda no deja de crecer. Porque la población mundial aumenta y porque la emergente clase media china e india come cada vez más y mejor. Las inundaciones en Australia y Paquistán también han contribuido a que escasee el grano. Las reservas mundiales actuales totalizan 432 millones de toneladas, lo que equivale a solo 70 días de consumo, que bajarán a 64 en primavera.


«Hemos entrado en un terreno peligroso. El precio mundial combinado de cereales, grasas vegetales, productos lácteos, carne y azúcar lleva seis meses consecutivos subiendo y ha superado los niveles del último pánico alimentario. Y todavía hay margen para que se encarezcan mucho más si la ola de calor en Argentina se convierte en sequía, o si Ucrania y Rusia vuelven a tener malas cosechas», explica Abdolreza Abassian, economista jefe de la FAO. El Banco Mundial prevé que los precios elevados se mantendrán al menos hasta 2015. Hay quien va más allá y considera el cambio climático otro factor inflacionario. Algunos expertos estiman que por cada grado que aumente la temperatura se perderá un diez por ciento de la producción agrícola. «La era de los alimentos baratos ha terminado», sentencia Gonzalo Fanjul, de Intermón Oxfam. La cesta de la compra en América Latina ya se ha encarecido un 45 por ciento desde el verano. Y el relator especial de la ONU en derecho alimentario, Jean Ziegler, considera un «genocidio silencioso» que cientos de millones de toneladas de cereal se quemen como biocarburantes.


Con estas perspectivas, que los especuladores entrasen a saco en el mercado de materias primas y hayan convertido la Bolsa de Chicago -el parqué de referencia en materias primas- en un casino donde las fichas son habas, granos y frijoles estaba cantado. Es algo que viene sucediendo desde que estalló la crisis financiera en 2007. La burbuja inmobiliaria y crediticia es ahora una burbuja alimentaria. Según la desaparecida consultora Lehman Brothers, alrededor de 270.000 millones de dólares habrían emigrado de Wall Street a la caza de chollos en los contratos de futuros de Chicago, cuyas ganancias se han disparado un 65 por ciento en el último año. Bancos de inversión, fondos de pensiones y de alto riesgo (hedge funds) se están dando un festín a costa del hambre de millones de personas. Se aprovechan de mecanismos tan sofisticados que les permiten apalabrar compraventas descomunales desembolsando un porcentaje muy pequeño del valor de mercado. «¿Cómo es posible que un especulador pueda adquirir el 15 por ciento de la producción de cacao sin pagar un céntimo para revenderla después?», se preguntaba, escandalizado, el presidente francés, Nicolas Sarkozy. 

Pero estos recién llegados no dejan de ser unos advenedizos en un negocio controlado desde hace más de un siglo por los mismos de siempre: las cerealeras surgidas al calor de la Revolución Industrial, cuando millones de campesinos emigraron a las ciudades y dejaron de comer lo que cultivaban para depender del pan. En Europa, las dinastías del trigo surgieron a lo largo del Rin: los Fribourg (Continental), los Louis-Dreyfus y los Bunge. De origen humilde, se ganaron la amistad de reyes y tuvieron algunos momentos de gloria. En 1870 salvaron de la hambruna a los parisinos que, cercados por el Ejército prusiano, se comían sus propias mascotas. Y en 1917 burlaron el bloqueo de los submarinos alemanes que estrangulaban las rutas de abastecimiento a los países aliados. Después de la Segunda Guerra Mundial, el Plan Marshall sirvió para colocar los excedentes norteamericanos y alimentar a medio mundo, incluida España. Fueron esfuerzos heroicos, aunque muy bien remunerados.


Hoy, el mundo les pide que estén a la altura de las circunstancias. Pero el negocio es el negocio. Hay un dicho en Argentina: «Bunge le da al campesino crédito, le vende la semilla y le compra el grano. Y cuando la cosecha está lista, le vende la soga para ahorcarse». Por eso, algunos organismos piden que se cree una reserva mundial de grano de la que puedan echar mano los gobiernos cuando haya escasez y que, además, sirva para estabilizar los precios. Porque esta vez, advierte la ONU, además de condenar a millones de personas a no poder llenar el estómago en los países desfavorecidos, todos notaremos en mayor o menor medida las consecuencias de la burbuja alimentaria.